Yace funesta y su epitafio escrito con lágrimas “Aquí
yace un sueño, una ilusión, una utópica realidad, una libertad prisionera, y una encadenada
justicia”.
Herido, doblegado y humillado, susurra su desdicha al viento,
Su aliento se desvanece como cenizas,
Su silencio es desdichado,
Su caminar es débil,
La ilusión murió mientras los sueños dormían.
No crees que es tiempo de despertar?
No crees que es el tiempo en el que los sueños cabalguen por la villa de la esperanza?
No crees que es el tiempo donde las ideas sean una dulce
pasión que germina con fertilidad?
No crees que sea tiempo que la paz habite en una nación marginada por la
desigualdad, por la guerra, y la injusticia?
Es tiempo de dejar de vivir a espaldas,
Es tiempo de marchar hacia un nuevo despertar,
Es hora de que nuestros niños tengan un futuro, nuestros
jóvenes un propósito, y nuestros
ancianos puedan al fin, vivir.
Es el tiempo de dejar de comprar sueños y aprender a
soñar,
Es el momento de dejar de imitar y ser auténticos, no construimos un mundo siendo lo que no
somos, construimos un mundo, cuando aceptamos lo que somos, y aceptamos lo que
los demás son.
Construimos un mundo
cuando la individualidad se convierte en Solidaridad,
Cuando el odio se convierte en Amor,
Cuando la injusticia se convierte en Justicia,
Cuando el perdón brote de los corazones y la tolerancia sea
un noble sentimiento.
No temas caminar bajo la tormenta, el miedo, es un rufián, un vulgar, un ladrón
de sueños y un captor de la esperanza.
Jamás extiendas su mano; mas, aprende a danzar bajo la
lluvia, pues, en algún momento cesara.
Y la esperanza renacerá como el fénix, ten fe, y cree,
porque “lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”.
Recuerda, es el
momento,
De luchar por tus
metas y alcanzar tus sueños, sin rendirte, sin un porque, mas, procura
encontrar un cómo,
De que el amor penetre el alma y se refugie en vuestro
corazón,
De abrir la puerta al perdón y poder abrazar sin rencor,
De reír hasta que las lágrimas corran ahuyentadas,
De llorar hasta que nuestra alma se purifique y nuestro
ser se encuentre,
De vivir con tanta pasión que nos sobraran propósitos y abundaran motivos,
De creer, creer que todo es posible,
De tener fe y tener la certeza que sucederá.
No solo tendrás un propósito, vivirás con un sentido, no
de la vida, de tu vida, caminaras sin ocultarte, no temerás a la noche, mas, enfrentaras al día, y encontraras la plenitud que tu alma necesita.
José Fernando Yepes Vargas
josefernandoyv_82@hotmail.com